jueves, 27 de mayo de 2010

Internet como optimizador del tiempo


La Real Academia Española define el término cibernauta como la persona que navega por ciberespacios; una de ellas es Andrés Zuluaga, un hombre de 32 años de edad, cabello castaño, ojos claros, labios gruesos y porqué no decirlo bastantes provocativos, estatura promedio de los hombres antioqueños (1.70), contextura gruesa y unas manos que aunque no sean como las de los pianistas, si tienen la destreza suficiente para manejar el teclado de cualquier computador.


Su verdadero nombre no quiere darlo a conocer dado que él es un empresario bastante acreditado en el mundo de los negocios lúdicos. Andrés es el nombre que utiliza en el ciberespacio y con el que ha desarrollado otra personalidad que desconocía de su ser.

Cristina Torres Rivera:
¿Cuántas horas diarias le dedicas al ciberespacio?
Andrés Zuluaga: aproximadamente seis, en ocasiones dedico más tiempo, eso depende de con quien me contacte cada vez que ingreso a la red.

C.T.R: ¿Qué tipo de contactos buscas en la red?
A.Z: todo tipo, amigos, negocios y principalmente mujeres con las que pueda pasar algo bastante interesante, relaciones efímeras pero gratificantes.

C.T.R: ¿Prefieres establecer contactos virtuales a presenciales?
A.Z: considero que los contactos virtuales son una forma muy rápida y directa de llegar a los presenciales.

C.T.R: ¿Has llegado a tener una relación sentimental con alguien que hayas conocido por medio de la red y de ahí haberla trascendido de lo virtual a lo físico?
A.Z: sí, definitivamente, y no solo sentimental, también de placer, de negocios, de afinidad, de amistad, de todo.

C.T.R: ¿Tienes página web, blog, a que comunidades virtuales perteneces?
A.Z: tengo páginas personales en distintas redes sociales, twitter, facebook, hi5, badoo, y en donde me entero que puedo hacer parte de diferentes comunidades.

C.T.R ¿Cuáles son los aspectos en los que ves interesante el Internet?
A.Z: en el desarme que se presenta al momento de abordar a alguien, allí las palabras temblorosas no se presentan, no son necesarios los formalismos, la desinhibición es total, sin censuras.

C.T.R: ¿Eres un adicto a Internet?
A.Z: definitivamente sí, cuando paso varios días sin conectarme es como si me hiciera falta algo, y cuando lo hago siento una paz, una tranquilidad que solo el estar conectado me la brinda.

C.T.R: ¿Cómo nació la afición por el Internet?
A.Z: por la optimización del tiempo, mientras que en un día salía y conocía a una chica en cuatro o cinco horas, con la red me di cuenta que podía conocer seis o siete en el mismo tiempo que antes invertía en una, además, no hay necesidad de gastar dinero, ni salir de mi apartamento. Cuando encuentro la que me interesa pues la abordo y la invito a algo más formal y de igual manera sucede con los negocios, puedo hacer contactos de forma más rápida en mayor volumen y totalmente efectivo.

C..TR: ¿Cuál es la diferencia entre la información a la que accede como empresario y a la que accede como Andrés?
A.Z: en la parte de los negocios me muestro como un empresario exitoso, que domina su oficio, experto en el tema, y por medio de la web le ayudo a las personas a solucionar sus problemas y resolver dudas que terminan en una obligada relación comercial. Como Andrés, soy más informal, y mi verdadera identidad la oculto porque eso puede poner en riesgo mi vida, no se puede estar seguro de quién está detrás de la red.

C.T.R: ¿Le ha pasado algo que atente contra su integridad cuando del contacto virtual se trasciende al presencial?
A.Z: sí, en una ocasión. Conocí una mujer y nos fuimos para un bar, ella se encontró “casualmente” con dos amigos a quienes los invitó a sentarse en la mesa sin mi consentimiento, eso me molestó, por respeto no dije nada. Uno de ellos se ofreció a invitarnos a tomar algo, pero yo aún tenia mi vaso de ron lleno, comenzamos a hablar y los tres se volvieron muy curiosos conmigo; preguntaban todo y cada vez que yo era quien preguntaba, me evadían la respuesta y procedían a hacer otra pregunta, cosa que no me gustó.

Fui al baño y llamé a un amigo, buscando la manera de que éste me llamara para poder salir de aquel lugar, al regreso a la mesa, uno de los tipos me dijo que se había tomado el atrevimiento de pedir otra media de ron y trate de estar normal pero ya la cosa me olía mal, nuevamente comenzamos a hablar y él comenzó a servirnos ron a todos, yo dejé que lo hiciera pero tenía claro que no iba a tomar de ese vaso; a los pocos minutos entró la llamada de mi amigo y me alejé con la excusa de que no escuchaba bien, salí de ese lugar para no regresar esa noche, después de eso, la chica no me volvió a hablar, no hizo reclamos y me eliminó de sus contactos.

jueves, 20 de mayo de 2010

Estas conmigo pero no estás aquí

Desaparecidos,
verdad que duele, dolor que punza,
sangre derramada de norte a sur.
Quien lo niega, padece cruel ceguera,
inconsciencia e infamia.
Sueños mutilados, derecho negado,
aire contaminado,
enigma no descifrado.
Consuelo no hallado, palabra tardía,
traición pestilente,
oración irreverente,
cansancio solemne, error primario.
Duda en el andén, cita con el terror, ofensa enunciada,
martirio ya configurado.
En la cripta aguarda el que no teme,
desolación asegurada por el gerente nocturno.
Indolencia permanente, dato no revelado, delito oculto,
el cobarde asesino queda impune.
Nadie paga, Nadie asume.
Laurencia 19


Eran las 7:30 de la mañana de un domingo asoleado cuando sonó el teléfono en la casa de Yisel ¿Quién podría ser? ¿Acaso un amigo impertinente que tuvo la osadía de marcar a esa hora? Quién más que uno de los tantos periodistas que constantemente llaman a las Madres de la Candelaria para que les cuenten la historia de sus hijos desaparecidos. Esta vez el turno era para mí, una estudiante de Periodismo, interesada en contribuir a la memoria del país por medio de un escrito que refleje la historia de una de estas mujeres, víctimas del conflicto armado.

María Yisel Ruíz vive en San Blas, uno de los barrios populares del Nororiente de Medellín. Su casa está situada en una esquina que le permite observar la calle desde dos ángulos diferentes, pues en el segundo piso, donde vive, hay un balcón en forma de “L”, que le permite tener una visión panorámica de la estructura física del sector.

Esta mujer deriva su sustento económico del arriendo que recibe por el alquiler de dos de las cuatro habitaciones de su casa. Yisel nació un día antes de llegada de los Reyes Magos, en el año de 1953 Ahora, tiene su propio negocio, un pequeño almacén que no le aporta ingresos sino que le genera egresos, porque está ubicado en un lugar al que nadie entraría ni por curiosidad (Centro Comercial Bolívar-Prado, en el segundo piso). Guarda la esperanza de que todo mejore y la Alcaldía le regale el local por el que paga un arriendo de 18.000 pesos mensuales, libre de energía.

Yisel es una mujer de contextura gruesa, cabello negro, largo y mirada esquiva. Mantiene una sonrisa que ilumina su rostro cada vez que emite una palabra. Se casó a los 15 años y lo hizo con un hombre que le duplicaba la edad. De este matrimonio, nacieron dos hombres y una mujer y, dado a la vida que le brindaba su esposo, decidió abandonarlo y retornar al hogar de su madre, quien la acogió hasta que, de nuevo, decidió alejarse para convivir con Rodrigo, su actual pareja sentimental, con la que lleva más de un cuarto de siglo y de cuya unión nació una niña.

Los dos hijos hombres de Yisel no la acompañan en este momento de su vida. El primero murió por enfermedad cuando apenas era aun muy niño y; el segundo, que nació el 7 de febrero de 1977, Óscar Alberto, es uno de los tantos colombianos desaparecidos, de quien su madre habla con el amor único que solo ellas tienen.

En medio de sus palabras deja claro que Óscar fue un niño travieso, al que nunca le gustó estudiar, pero a pesar de ello terminó su bachillerato y prestó servicio militar durante un año en Quibdó (Chocó), en el Batallón Manosalva Flórez.

A su regreso a casa y luego de llevar un largo periodo sin conseguir trabajo, decidió hacer un curso de vigilante y otro de escolta, ambos sufragados por su madre. Sin embargo, no logró su objetivo de trabajar e, incentivado por un amigo, decidió viajar a Bogotá, en busca de esa oportunidad laboral que en Medellín le fue negada.

Óscar emprendió su viaje en el año 2003, en junio y, cuando estaba en Guaduas (Cundinamarca) llamó a su madre para informarle cómo iba el viaje, llamada que hace siete años no se ha vuelto a repetir.

Luego de un año de profunda tristeza, Yisel salió al Centro de Medellín y se encontró en su recorrido a un grupo de mujeres que se reúnen en la Iglesia de la Candelaria con afiches en los que se plasman los rostros de hombres y mujeres desaparecidos.

Allí, preguntó cómo funcionaba ese movimiento y la remitieron con Teresita Gaviria, la Presidenta de la Asociación Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria.

Una vez hecho el contacto con Teresita, decidió unirse al grupo y emprender un nuevo camino en su vida que la alejara del pensamiento constante sobre la desaparición de Óscar. Por medio de Las Madres de la Candelaria ha tenido la oportunidad de estudiar y ver la vida desde un enfoque diferente al que tenía antes. En el grupo ha encontrado apoyo moral y psicológico.

A lo largo de los seis años que lleva con ellas, ha participado como estudiante activa en cursos de liderazgo, biodanza y concentración mental, entre otros. lo cual le ha dado, como ella lo manifiesta, la posibilidad de aprender lo que no hizo cuando su hijo Óscar estaba a su lado, pues con él sentía que no necesitaba estudiar ni aprender más de lo que ya sabía, porque era la felicidad que le absorbía toda su existencia.

Esta madre que nunca olvidará a su hijo desaparecido, cree que las personas que se lo robaron fueron los paramilitares; sin embargo, aclara que no tiene odio en su corazón.

Debido a las diferentes actividades que organizan Las Madres de la Candelaria, tuvo la oportunidad de hablar con uno de ellos y dice haberse dado cuenta que éstos también son victimas de la violencia, porque el hombre con quien habló le contó que ingresó a ese grupo con el fin de encontrar a un hermano que le habían secuestrado. Por tanto, no alimenta odio contra nadie, porque no sabe con exactitud quién se llevó a Óscar.

El domingo asoleado en el que los rayos de luz caían sobre los cuerpos de miles de personas, justo ese día, en el que mi llamada impertinente levantó a Yisel de la cama, ella había soñado con su hijo.

Fue un momento de felicidad porque él le sonreía mientras lo acariciaba. No obstante, el dolor llegó de nuevo a su pecho cuando el sueño se desvaneció y la realidad se asentó en su diario vivir. En ese instante, las lágrimas no se hicieron esperar y su rostro, que diario sonríe, se vio turbado por la impotencia de no saber absolutamente nada de su hijo.

Esos sueños los ve como un alivio porque le demuestran que su Óscar donde quiera que esté se encuentra bien y desea que su madre también lo esté. Por eso, Yisel no desfallece. Para ella, es sumamente importante la comunicación que tiene con su hijo por medio de los sueños, a través de los cuales recibe ánimos. Además, porque se le presentan en fechas especiales, como en noviembre, una de las que más recuerda, pues es el mes de las Ánimas

Yisel dice con la voz entrecortada que siente que su hijo no está vivo. Espera que por lo menos se le diga la verdad de lo que sucedió con este joven, que a sus 26 años de vida desapareció sin dejar una mínima huella que conduzca a su ubicación. Nunca se supo nada del amigo que le ofreció una posibilidad de conseguir trabajo en Bogotá. Yisel no sabía quiénes eran los amigos que Óscar tenía fuera de la ciudad y ni siquiera conoció el nombre de éste antes de que su hijo viajara en busca de un futuro mejor, tanto para él como para los suyos.

Dentro de un mes se cumplirá otro año más de la desaparición de un hombre que, al igual que otros, han perdido la posibilidad de compartir con sus seres queridos cada amanecer, cada atardecer y cada anochecer de un día que puede traer consigo alegrías o tristezas, pero de un día propio y no ajeno, de un día libre y no de uno coartado. Será un año más de tristeza para esta madre y para otras tantas que ven truncados sus sueños, anhelos y esperanzas a causa del conflicto que, a diario, sufre el país.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Breves

* Tres días de Feria del Subsidio de Vivienda

En el Coliseo Polideportivo de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) se llevará a cabo los días 13,14 y 15 de mayo la Feria del Subsidio de Vivienda. El ingreso a la feria es gratis y los trámites no tienen costo. En este evento no se atenderán personas afiliadas a cajas de Compensación Ffamiliar, desplazados, población de zonas de reasentamiento ni residentes fuera de Medellín.

Para acceder un subsidio, según información de la página web de la Alcaldía de Medellín, la familia postulante debe cumplir ciertos requisitos: sus ingreslos deben ser inferiores a dos salarios mínimos mensuales legales vigentes ($1’030.000); presentar cédula del jefe de hogar y fotocopia del documento de identidad de los demás miembros del grupo familiar; certificar una cuenta de ahorro programado; no poseer propiedad y vivir hace más de seis años en la cuidad.


* Día Mundial de Internet

El 17 de mayo es el día Mundial de la Sociedad de la Información y, para ello, en todo el mundo se llevarán a cabo eventos que contribuyan a reducir la brecha digital aún existe. Este año, según la Asociación Colombiana de Usuarios de Internet, la sede del Día Mundial de Internet en Colombia será Medellín.

Habrá premios con carácter de reconocimiento y se entregará una placa a los ganadores durante un evento en el Centro de Convenciones Plaza Mayor. Estos se hace con base en la contribución y difusión que entidades y personas han realizado durante el último año en torno al buen uso y desarrollo de Internet en el país. La información para participar de este evento se encuentra en www.diadeinternet.org. La participación no necesariamente es de manera presencial, también se puede desde la casa o trabajo.


* Google incursionará en la venta de libros digitales

A partir de junio o julio, según la versión digital del diario El Espectador, la empresa Google empezará a vender libros electrónicos. El propósito, de acuerdo con la página http://www.idg.es/iworld es facilitar a los usuarios comprar libros de una amplia variedad de sitios, al utilizar gran diversidad de dispositivos. La compañía anunció que dicho servicio se llamará Google Editions.

Hasta el momento, Google aún no ha emitido la lista de precios. Según un informe publicado por el banco Credit Suisse, las ventas de libros electrónicos pasarán del millón de unidades registradas en 2008 a 32 millones en 2014. Esta empresa empezará a competir con Amazon y Apple, las compañías que hasta el momento tienen el dominio principal de ese mercado.


* Canal U con Athanator

El jueves 13 de mayo en el Blue Rock (cerca al parque de El Poblado) a las 6:30 de la tarde, el Canal U lanzará su página Web. El evento estará amenizado por el grupo antioqueño de Thrash Metal, Athanator. La entrada será libre y para todas las edades.
Jaime Ocampo, el vocal de la banda, dice que ese día presentarán en vivo y con toda la energía brutal del grupo, el apetecido Tributo a Metallica, y también tocarán temas de su última producción Architect of Disaster.

jueves, 6 de mayo de 2010

Bicentenario en boca, oídos y ojos de todos


Con motivo del Bicentenario de la Independecia de Colombia, diferentes medios masivos de comunicación, bibliotecas y páginas web decidieron apostarle a la recordación de una historia llena de costumbres, procesos económicos, sociales, políticos e igualmente de desarrollo de comunicaciones, entre otros.

Medios televisivos darán a conocer parte de la historia de Colombia que se viene gestando a partir del llamado Grito de Independencia de 1810. El Ministerio de Cultura, junto al Canal Caracol, presentará una serie de 24 documentales que serán trasmitidos en el programa Entre Ojos, a partir del 8 de mayo.

Los capítulos abordarán temas como la violencia de los años cuarenta y cincuenta en los Llanos Orientales, la historia de la lengua en la Guainía, el caso de San Basilio de Palenque en el departamento de Bolívar, la construcción del túnel de La Quiebra en Antioquia, entre otros.


Por su parte, el canal RCN presentará en sus noticias notas periodísticas contadas por historiadores con la finalidad de hacer énfasis en qué pasó entonces para llegar a la Independencia. Adicionalmente contará con una producción llamada La Pola, la cual según expone el libretista Juan Carlos Pérez, “es una buena opción para conmemorar el bicentenario”. Según el portal del periódico El Tiempo, el objetivo de Pérez es despertar en la gente el interés de ir a los libros y leer más sobre estos personajes.


“Queremos mostrar la dimensión humana de algunos de los personajes más importantes de nuestra independencia. Queremos ‘popularizar la historia’", afirmó Juan Carlos Pérez.

Señal Colombia también se unirá a esta conmemoración en el espacio “Memoria Revelada”, en el que ofrecerá diferentes miradas sobre la historia pasada y reciente de Colombia y, en la página web del Canal Institucional, se podrán leer artículos acerca de este acontecimiento.


La biblioteca Luis Ángel Arango, de Bogotá, y 28 Áreas Culturales del Banco de la República en todo el País presentarán la exposición Palabras que nos cambiaron: lenguaje y poder en la independencia, la cual estará disponible desde el 20 de abril hasta el 30 de septiembre de este año. En esta exposición, se pretende aclarar que las palabras también fueron aliciente y parte fundamental en el armamento para el Grito de Independencia.


Todos los formatos mediáticos, y aspectos históricos y culturales tenidos en cuenta para la celebración del Bicentenario dan cuenta de una nueva mirada sobre La Independencia, concibiéndola como un cúmulo de acontecimientos a los cuáles se puede llegar de manera adecuada con una rigurosa investigación, no sólo oficial sino personal. De esta forma cada habitante del País podrá formarse un criterio general y a la vez preciso de los hechos ocurridos a partir de ese grito que aun resuena en el presente desde el remoto 1810.